En una ocasión tuve una experiencia interesante. Estaba resfriado, pero tenía que ver a mis pacientes porque ya había concertado las visitas. Me encontraba mal a causa del resfriado, así que al clarear el día me senté en una silla. Me vi a mí mismo ejecutando la danza de la espada. De repente, comprendí que era el remedio para curar el resfriado. Así que la hice, para sudar un poco y eliminar el virus; después me sentí mucho mejor y fui a trabajar.
Recibo la misma clase de inspiración para mi trabajo, escritos u otras actividades. Una persona con una mente positiva siempre puede recibir ayuda espiritual si aquieta su mente para escuchar el consejo en silencio. La actitud de andar siempre apresurados no hace sino retardar el cosechar buenos resultados.
Hua-Ching Ni
(El Tao De La Vida Cotidiana)
Me encantó esta entrada! yo trabajo con público y el día que no me encuentro al 100% es muy duro, así que me acordaré de esto y me imaginaré en la danza de la espada... a ver si funciona! graciaas, un abrazo y feliz finde!
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