Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


18 feb 2013

LA HUMANIDAD


Las grandes incógnitas del ser humano han sido sobre su identidad y su propósito: ¿Quién soy? ¿Que hago aquí? Semejantes preguntas afloran en él justo cuando la respuesta está disponible en los planos sutiles de su propia alma, no obstante, podrán pasar centenares de generaciones antes de tener la certeza sobre las respuestas. Llegado el momento, la gran masa ni siquiera se cuestiona tales cosas y no obstante, su proceso de evolución no necesariamente está estancado, si las neuronas están despiertas y tienen claro lo substancial, el cuerpo sigue a la mente, la materia sigue a la luz porque sin ella no tiene sentido. La humanidad es conformada por los individuos que a muy diferentes niveles han alcanzado el estado de conciencia suficiente y necesario en cada nivel de experimentación posible. (G. Hernández B., extraído de una conferencia en Madrid).


Guillermo Ferrara
(El Secreto De Adán)



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