Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


31 may 2010

¿QUIÉN ES QUÉ?

EL MAYOR FRAUDE

Maharaj dice que la consciencia es el Mahamaya engañoso y hechicero, que es el mayor engaño que ha existido jamás. Este fascinador sentido de presencia no es más que un sentido, un concepto que se presenta en lo Absoluto Inmanifestado como un huésped no deseado, que se apodera de la casa de manera tan insidiosa que al anfitrión lo invade una sensación de falsa seguridad y de bienestar. Maharaj también lo califica de "enfermedad temporal" que produce un delirio mientras dura.
Este sentido de estar vivo, de estar presente, es tan embriagador que a uno lo hechiza la manifestación que presenta. Uno se apasiona tanto por el espectáculo, que rara vez se preocupa de enterarse de si el espectáculo existe de verdad o si no es más que una visión, una alucinación, un sueño, un espejismo. Uno ve el árbol, y le encanta tanto que uno olvida que el árbol no es más que el desarrollo de la semilla, que es su verdadero origen. El propósito del paramartha (parama-artha, el significado esencial) es buscar la fuente, la semilla. ¿Cuál es la semilla de esta manifestación? Si no eres consciente, ¿existe alguna manifestación de alguna clase?, pregunta Maharaj. Si no eres consciente, ¿Existe para ti el universo? El mundo sólo es cuando eres consciente. Así pues, evidentemente, el universo se contiene en la mota de consciencia (que se supone que existe en un mínimo resquicio del centro del cráneo). La consciencia no puede manifestarse a sí misma, no puede ser consciente de sí misma si no hay un aparato psicosomático: el cuerpo. ¿Cuál es el origen del cuerpo? Evidentemente, el espermatozoide masculino fertilizado en un óvulo del vientre de una mujer. ¿Cuál es el origen del espermatozoide y del óvulo? Los alimentos que consumen los padres. Y bien, pregunta Maharaj, ¿a qué conclusión llegamos? Lo Absoluto, el potencial último, la fuente de todo ¡no puede de ninguna manera ser una cosa tan vulgar como "los alimentos"! Por tanto, ¡esta yo-soy-dad, la consciencia, este sentido de presencia no puede ser más que un concepto, una visión un sueño, una alucinación! Y esta consciencia es la fuente de toda manifestación... ¡de hecho, es la manifestación!
Llegados a este punto, surge un pregunta básica y fundamental, ¿Quién ha llegado a esta conclusión? ¿Quién puede ser, sino "Yo"? "Yo", que soy responsable de todo tipo de manifestación; Yo, que soy todo tipo de fenómeno manifestado; Yo, que estaba presente hace cien años; Yo, que estaba presente antes de que se concibiera el "tiempo"; Yo, que soy la intemporalidad; Yo, que soy la conciencia no consciente de sí misma, pues en éste, mi verdadero estado de Plenitud, de Unicidad, no hay presencia ni ausencia; ausencia de la presencia de presencia, ausencia de la presencia de ausencia, es lo-que-Yo- soy (y todo ser sencible puede decir esto, no de sí mismo, sino como "yo")


¿Necesitamos un breve repaso de todo? Aquí está:

1.- La existencia manifestada es fenoménica, y los fenómenos, al ser apariencias cognoscibles sensorialmente y limitadas por el tiempo, son una visión, un sueño, una alucinación y, por tanto, falsos. La existencia inmanifestada es Absoluta, intemporal, inespacial, no se da cuenta de existir, no cognoscible por los sentidos, eterna; por tanto, es verdadera. ¿Quién dice esto? La consciencia, naturalmente, que intenta conocerse a sí misma y no lo consigue, porque el conocer (no existe conocedor como tal) no puede conocer: el ojo no se puede ver a sí mismo, aunque vea todo lo demás. El buscador es lo buscado. Esta es la verdad básica y esencial.



2.- Yo, inmanifestado, soy la potencialidad total, la absoluta ausencia de lo conocido y lo cognoscible, la absoluta presencia de lo desconocido y lo incognoscible. Yo, manifestado, soy la totalidad de todos los fenómenos, la totalidad de lo conocido en la inconcebibilidad de lo desconocido inmanifestado.

3.- Sólo puede existir Yo(el Yo eterno) absolutamente incondicionado, sin el más leve vestigio de atributos, subjetividad pura. El mero pensamiento "mí" es una esclavitud inmediata y espontánea (aunque ilusoria). Que desaparezca de , y entonces, de manera inmediata y espontánea, tú eres Yo.


4.- Fenoménicamente, "mí" (y "tú", y "él") no es más que una apariencia en la consciencia; ¿Cómo puede estar sujeta a esclavitud una apariencia? Nouménicamente, ¿cómo puede Yo (subjetividad pura) necesitar liberación alguna? La liberación no es más que librarse de la idea de que existe "alguien" que necesita liberación.

5.- ¿Cómo puede saber uno si está "progresando" espiritualmente? Es posible que la muestra más clara del "progreso" sea la falta de interés por el progreso y la falta de angustia por la liberación, a raíz de una aprehensión clara de la apercepción instantánea del "funcionamiento" total de nisarga (la naturaleza) en la que no hay lugar para una entidad autónoma.



Ramesh S. Balsekar
(El Buscador Es Lo Buscado)

2 comentarios:

  1. Maharaj insiste, insiste e insiste...
    1)la existenca manifestada es fenoménica y los fenómenos al ser apariencias cognoscibles...............una alucinación, y por tanto falsos.
    (nosotros como objetos de esa manifestación, también - no hay nadie ahi-)
    Quién habla? Quién eres? Quién está ahi?
    LA FUENTE - DIOS - ESO - LO ABSOLUTO -
    (aunque nos pese, lo entendamos o no, lo compartamos o no, SOLO ESO
    -ADVAITA-

    UN ABRAZO de lo que hay a lo que hay...

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  2. Nosotros formamos parte de la Totalidad cambiante. Como cambiante, es ilusoria, pero existe en la manifestación.
    El individuo es un aspecto relativo a la conciencia. El ser es una superposición, un manto de ilusión en el Absoluto.

    Un abrazo para ti también.

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