El Tao Te Ching ofrece un punto de vista distinto y excepcional sobre la competición, tal como hace con todo lo demás. Si sigues el Camino de la competición, te volverás mejor competidor y serás una persona más feliz, por más que estas dos cosas no suelan ir de la mano. ¿Por qué? Porque la competición de alto nivel siempre exige férrea disciplina y absoluta dedicación, normalmente durante muchos años seguidos. Esto no suena muy parecido a jugar, y a menudo se traduce en trabajar duro sin desfallecer. Esto, a su vez, puede tener el efecto de aislar en lo personal y de debilitar en lo social a los competidores, robándoles una vida «normal» y convirtiéndolos en seres en pos de una ambición pero infelices. Y cuando no eres feliz, incluso la victoria sabe a poco. ¿cómo lo remedia el Tao? De la manera acostumbrada: enseñándonos a competir con un espíritu de juego y, más allá de esto, a competir mediante la no competición; es decir, compitiendo con nosotros mismos en lugar de hacerlo contra los demás.
Lou Marinoff
(El Poder Del Tao)