Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


30 nov 2010

CONCIENCIA


No tiene fragancia ni nadie que la perciba.
Permanece como el ahora y en él,
más allá de cualquier concepto de ahora
y de cualquier concepto de permanecer.

Photo by Guillem.


Eso que aparece dentro de todo,
pero que en sí mismo ni aparece ni desaparece;
Eso que no puede ni partir ni llegar,
pues es infinito e inmutable.
Reconócelo como tu propio ser natural y sin esfuerzo.


Mooji
(Palabras Surgidas Del Silencio)


27 nov 2010

ESO QUE YA ES


Tony, en mi experiencia noto que hay algo que es consciente de todas estas cosas; soy consciente de que los pensamientos vienen a mi cabeza: diferentes tipos de causas, diferentes efectos, diferentes sentimientos, y sin embargo cuando busco para ver "quién es este yo", no hay nada. Y sin embargo hay algo que es consciente de lo que ocurre.

La consciencia toma distancia. Sigue siendo sutilmente dual. Hay conciencia de ti sentado en un asiento. De modo que hay dos cosas: estar sentado en una silla y la conciencia de ello. La liberación está totalmente más allá del observador, de la conciencia, de todo eso. La conciencia sigue siendo una experiencia. Y la dificultad de algunas cosas como la autoindagación es que la gente entra en esa conciencia, pero evidentemente no pueden permanecer en ella porque sigue estado en la historia espacio-tiempo. Aún está en un sueño. Aún es transitoria. Viene y va. No puedes permanecer en ella. Intentas permanecer en ella y no puedes.

Photo by Guillem.


Sólo hay una constante, el ser. Nunca se va. No viene ni va. Y nosotros damos vueltas por ahí buscándolo. "¿Dónde está? ¿Dónde está?" No puedes hacer el ser. ¿Hay alguien que está haciendo la respiración? ¿Hay alguien que está haciendo el estar sentado en una silla? No puedes alcanzar el ser. El ser es todo lo que es, y habla a través de los sentidos.

Los sentidos te están gritando: "Mira, ya estoy aquí." Los cinco sentidos, los sentimientos y los pensamientos son la seidad simplemente siendo, y los buscadores están buscando eso que ya es, que grita absolutamente al buscador, y sin embargo no puede ser conocido.

Tony Parsons
(La Nada Que Lo Es Todo)


25 nov 2010

INTERNO O EXTERNO



Pregunta: ¿Por qué la gente tiene fenómenos mentales privados, separados? Supongo que es una pregunta un poco tonta.

Melvyn Wartella: ¿De qué otro modo podría ser?

P: Se me ocurrió que la mayoría de los fenómenos (o quizá todos) pueden ser clasificados como exteriores (Físicos) e interiores (mentales), siendo los fenómenos exteriores aquello que las demás personas pueden percibir, y los fenómenos interiores aquellos que sólo pueden ser percibidos (normalmente) desde la perspectiva de un determinado cuerpo-mente (como los pensamientos, los recuerdos, las emociones y las percepciones sensoriales). Supongo que, simplemente, así es como parecen ocurrir los fenómenos en este mundo. Supongo que preguntar por qué ocurren de esa manera, en dos modos básicos como el externo y el interno, tiene poco sentido; es como preguntar por qué hay un universo.

MW: Lo interno y lo externo son una misma experiencia. Es sólo la mente condicionada la que "siente" que está dentro y que todo lo demás está fuera. Cuando decimos que todo es uno, eso es exactamente lo que queremos decir. Si vemos lo que es en realidad el "yo", en cuanto ego, comprendemos todo con mucha claridad.

P: Y se me ocurrió que el hecho de que los fenómenos mentales sean algo privado puede ser uno de los factores que más alimentan esta sensación de ser un "yo" separado. Ninguna otra persona puede ver esos fenómenos mentales, de manera que surge una sensación de "yo" que actúa como guardián de la puerta de ese mundo interior de los fenómenos mentales. El "yo" guardián parece decidir qué fenómenos mentales se comunicarán a los demás, cuáles se convertirán en un acto y cuáles se mantendrán en secreto, quizá proporcionándole así una sensación de importancia y de solidez al "yo".


MW: También ayuda a que el ego/yo se sienta más seguro al identificarse con todo ese proceso. No hay ninguna puerta, ningún guardián, ninguna cosa que sea realmente privada. Esto, es decir, la Vida, simplemente continúa como siempre. Pero incluso pensar en ella como "Esto" es engañoso. Es simplemente el Ser de aquello que es y de aquello que no es. Las palabras sólo son un estorbo.

P: El simple hecho de su (relativa) privacidad parece conferir un estatus especial a esos fenómenos mentales y al personaje del "yo" imaginario que aparentemente los controla, quizá simplemente porque son "privados".

MW: Sí.

P: Pero en realidad los fenómenos "interiores" no son más especiales que los "exteriores". De hecho, la propia distinción de interior/exterior podría ser dudosa, entenderse erróneamente (o no tener sentido).

MW: Sí, ciertamente, es dudosa y se entiende erróneamente.


Melvyn Wartella
(Ego, Evolución E Iluminación)

22 nov 2010

MARIONETAS DIVINAS




Tony, en uno de tus Cds mencionas que somos como marionetas divinas.

Si.

¿Podrías ampliarlo un poco?

El cuerpo-mente simplemente es un objeto. No hay nadie allí. Simplemente es un mecanismo que funciona. Es un organismo creciendo y operando, y está condicionado, y tiene sentimientos, pensamientos, preferencias y hábitos que tienen continuidad, y no hay nadie allí haciéndolos. Simplemente la unidad emerge como un organismo cuerpo-mente que es , de algún modo, una marioneta divina en el sentido de que sólo responde y reacciona a lo que está ocurriendo, sin ninguna volición personal. No obstante, no hay titiritero que haga funcionar las marionetas. No hay guión, no hay plan, no hay destino, no hay sino...; todo es ser intemporal apareciendo como algo que parece ocurrir.


Tony Parsons
(La Nada Que Lo Es Todo)

20 nov 2010

CONOCIMIENTO


En otra sesión, Maharaj sacó a relucir otro aspecto más de este mismo tema, es decir, del hecho de que la gente acude a él deseosa de conocimientos. En esta ocasión preguntó:

<¿Qué es este "conocimiento" que deseáis, este conocimiento acerca del cual tomáis apuntes? ¿Qué uso daréis a esos apuntes? ¿Habéis pensado en este aspecto de la cuestión?




La verdadera cuestión es ésta -prosiguió-: ¿Teníais alguna necesidad de conocimiento hace cien años? Eso que no sabéis y no podéis conocer, eso es vuestro estado verdadero. Esto que tomáis por real porque se puede objetivizar, esto es lo que parecéis ser. Todo conocimiento que estéis buscando ahora acerca de vuestro estado verdadero es incongnoscible, porque vosotros sois lo que buscáis. Lo único que podéis obtener a modo de conocimiento se halla al nivel conceptual, es el conocimiento que obtendríais como apariencia externa. Tal "conocimiento" no difiere en nada de la "ignorancia", pues se trata de contrapartes interrelacionadas al nivel conceptual. Dicho de otro modeo, la comprensión al nivel de la mente no significa más que conceptualización, y por tanto es completamente ilusoria. Os ruego que comprendáis la diferencia entre este conocimiento conceptualizado y la apercepción intuitiva que no se encuentra a nivel conceptual. De hecho, apercibir es una visión total o interna que se diferencia de manera vital de la simple visión intelectual. Cuando hay apercepción, desaparece por completo la dualidad de las contrapartes, que es la base de la comprensión meramente intelectual. No hay lugar para que "alguien" piense que ha comprendido algo a base de razonamiento y de lógica. La comprensión verdadera es apercepción espontánea, intuitiva, libre de elección y completamente no dualista. Meditad sobre lo que he dicho.>


Ramesh S. Balsekar
(El Buscador Es Lo Buscado)


16 nov 2010

LOS DEMÁS


Es un círculo vicioso: estás asustado de los demás, y los demás te temen, y toda la vida se convierte en una porquería.
Suelta todas esas tonterías, sal del círculo vicioso; no te preocupes de los demás. Ya tienes bastante con tu propia vida, no te preocupes de los demás. Y te aseguro que si pudieras vivir despreocupado, entonces tu vida florecerá, y entonces habrá otros que puedan compartirla. Querrás compartir, y podrás ofrecer mucho a los demás, pero primero debes dejar de pensar en los demás y acerca de lo que piensan de ti.
Este "acerca" es muy peligroso. Nadie está tranquilo, nadie se siente seguro. A causa de los demás, todo el mundo anda a la caza de los demás, y por ello la vida se ha convertido en un infierno.


Osho
(Tao)

14 nov 2010

ILUMINACIÓN ESPONTÁNEA


-Asocias la iluminación con la espontaneidad, con vivir intensamente nuestra humanidad, con la caída de nuestras máscaras e incluso con la vulnerabilidad. ¿Puedes explicar esta iluminación tan humana diría yo, tan alejada de esoterismos?

-Los seres humanos creen que la divinidad es algo que está separado de la humanidad, y no lo está. Para poder ser divin@, tengo que abrazar mi humanidad y lo únic@ que soy. Todo lo que soy es justamente esa verdad absoluta de ese amor absoluto en cada momento. Pero estoy teniendo una experiencia humana, y los seres humanos tienen emociones. Cuando nos estamos amando a nosotros mismos incondicionalmente, elevamos la frecuencia de vibración hasta tal punto que experimentamos la unidad con todo y podemos ver la perfección. Es una experiencia progresiva de expansión que culmina en un instante en que la ilusión cae, y eso es iluminación.
Yo estaba desesperada; quería ser libre y escuchaba a todos y estaba muy abierta, pero lo más importante era que escuchaba internamente desde un lugar de vulnerabilidad. Escuché mi voz y tomé unos pasos. Esos pasos son los mismos que han seguido todos los iluminados: Jesús, Buda, Osho... Son los mismos pasos en realidad, solo que en cada caso tienen una expresión diferente. El resultado, la experiencia, es la misma: saber el amor en todo.





-Dices que Jesús o Buda hicieron lo mismo, ¿Qué es "lo mismo" que hicieron todos ellos?

-Cuando leo a quien sea que está iluminado, todos atravesaron los mismos pasos: soltar sus apegos, sus adicciones, entrar en lo desconocido y transformar su despertar en lo más importante. Hay que conocerse a sí mismo. Tengo que abrazar mi divinidad para poder unificarme con esa Consciencia permanentemente.
En realidad, leí a los Maestros después de haber tenido la experiencia, y pude entenderles. Pero si uno trata de percibir al Maestro a través de la ventana de percepción sucia que tiene, a través de la dualidad, no puede. Para poder entender al Maestro tienes que serlo, tienes que tener tu experiencia y la experiencia en sí es muy inocente; este es el gran chiste cósmico. Cuando despiertas, te das cuente de que es el amor y que tú eres inmortalmente y eternamente eso. Y que en realidad nada importa, porque es un juego; pero antes todo importaba mucho, todo era muy serio.
Ojo que iluminarse no quiere decir que no vayamos a seguir evolucionando. Porque sí que evolucionamos, y empujamos todos para evolucionar más, porque el juego va de eso.


Isha
(Entrevista de Francesc Prims)
(ATHANOR, nº 84)


11 nov 2010

DIOS


Dios. Cuánto poder le hemos dado a esa palabra. Hemos matado por ella, hemos sentido una gran culpa por ella, hemos sufrido enormemente por ella y demasiadas personas han muerto por ella. El significado de la misma palabra puede cambiar bastante de una cultura a otra y de una persona a otra. Pero ¿qué es en realidad? No la palabra, sino la cosa en sí misma.

La mayoría de las personas que viven en el mundo afirma creer en eso llamado Dios. Si no durante sus vidas, al menos al final de ellas, cuando luchan por seguir respirando. ¿Realmente existe ese Dios en el que tanto confiamos? ¿O es una creación de la mente humana provocada por nuestro estado de inseguridad?

Esta idea de Dios tiene una historia, un comienzo. Me dirás que Dios siempre ha existido y existirá eternamente. Pero mira la realidad y te mostrará una imagen muy distinta. No hace tantos años, los seres humanos creían en varios dioses. En la actualidad decimos que eran sólo ideas, creencias y conceptos de seres ignorantes, supersticiosos y primitivos. ¿Somos distintos nosotros? Luego llegó un puñado de personas y dijeron: "No, sólo hay un Dios y su nombre es Jehová". Pero ¿acaso es esto más real que las versiones anteriores de ese mismo concepto?

Decimos amar a Dios, pero Dios es insondable. Entonces, ¿a quién, o qué, amas? ¿Amas la idea de Dios? No has visto a Dios, de modo que ¿cómo sabes que está ahí? Ah, claro, ves señales de Dios por todas partes, pero ¿se trata de Dios o es simplemente la vida? En realidad no conoces a Dios, ¿no es verdad? Sólo crees en la idea de Dios. Es más una esperanza que una realidad. Sin embargo, esa esperanza nos ha mantenido ciegos y bajo el control de quienes afirman conocer a Dios mejor que nosotros. Ellos no saben nada. Están tan perdidos como tú respecto a qué es en realidad esta idea de Dios.

Entonces, ¿qué es lo que conoces realmente? ¿Te conoces a ti mismo, o a ti misma? ¿Sabes algo con certeza? ¿Cuál es el proceso de conocer? ¿Conocer es lo mismo que creer? ¿Una creencia es alguna vez real? ¿O es sólo algo que nos hace sentir cómodos en un mundo que está, claramente, desquiciado? ¿Piensas profundamente en las cosas? Si es así, ¿qué es lo que realiza el acto de pensar? O, mejor dicho, ¿quién es el que realiza el acto de pensar?

La mayoría de nosotros, en realidad, no pensamos. Aceptamos algo de acuerdo con nuestro condicionamiento y luego decimos creer. Naces, tus padres te dicen quién eres y lo que eres. Vas a la escuela y te cuentan la historia de acuerdo con las creencias culturales de tu sociedad. Asistes a la escuale dominical, te hablan de Dios y te cuentan toda la historia de tu sistema de creencias. La mayoría de vosotros nunca se ha parado a pensar realmente si todo eso es verdad. El mero hecho de que la gente haya estado creyendo en algo durante mucho tiempo no lo convierte en verdad. Sin embargo, nos pasamos la vida pensando que esas cosas deben ser ciertas. "¡¡Está escrito!!" ¿Y qué? Averigua con certeza quiénes escribieron todo aquello en lo que crees y si realmente sabían algo más que tú. ¡Piensa! Deja libre a tu mente y reflexiona profundamente sobre todo esto. No te preocupes, Dios no te hará nada por cuestionarte las cosas.

¡No se parece muchísimo este asunto al de Santa Claus? De niños, nos mentían acerca de ese tipo que nos traía regalos si nos portábamos bien y que sabía si eras bueno o no lo eras. Por lo tanto, más te valía ser bueno. ¿Dónde está la diferencia entre tu Dios y Santa Claus?

Dios es un concepto creado por el ego para sentirse más seguro. El ego es el concepto, la creencia de que , de algún modo, estás separado del resto de la vida. Esto provoca un estado de inseguridad profundamente arraigado. Por consiguiente, a partir de ese estado de inseguridad creamos a un ser superior que nos protegerá y nos amará. Un dios que tiene un hogar que nos está esperando después de la muerte, si creemos en él. Si no hay ningún ego, no hay ninguna necesidad de dios. Y no hay ningún ego. El ego también es un sueño, un concepto, una creencia. Sin embargo, es nuestro sentido de la identidad. Nos identificamos con nuestras creencias condicionadas y luego las protegemos, como si fuesen reales. Pero no son reales, como tampoco lo es tu dios.

Ahora bien, algunos de nosotros tenemos una idea más amplia de lo que es Dios. Vemos que Eso, Dios, es la totalidad de la creación, tanto manifestada como potencial. Esto es mucho más sutil y exacto. Proviene de un nivel de percepción mucho más libre. Si uno está más allá del ego ilusorio, las palabras utilizadas para expresar este estado superior pueden ser muy exactas. Pero si se trata sólo de un nivel más sutil de creencias, no es mucho mejor que el antiguo concepto de Dios. La realidad no necesita a ningún dios. No necesitamos a un dios que sea bueno. Si estamos despiertos, somos buenos por naturaleza, no por Dios.

Cuando uno entre profundamente en lo que es y llegue al abismo del no saber, y ya no se aferre a nada, entonces caerá en la Vida. No sólo no necesitará palabras para expresarlo, sino que verá claramente que Eso, la Vida, no puede ser expresado de ninguna forma. No hay ninguna necesidad de expresar lo que uno es. Simplemente con respecto a lo que te está ocurriendo en cuanto ser vivo llamado "tú". Ésta es la libertad. Ésta es la Vida. Éste es el Amor. Está aquí mismo, en este momento, ahí donde tú te encuentras. Eres tú.




Dios, la idea de dios, ha matado a millones de personas a lo largo de la historia. Si no fuera tan trágico, sería gracioso. Toda esa gente muriendo por una idea, por un sueño creado por otro sueño: el ego. ¿Durante cuánto tiempo seguiremos estando ciegos? ¿Cuantas personas más tendrán que morir antes de que despertemos? ¿Cuántas culturas serán destruidas en nombre de DIOS? ¿Cuánto más será destruido el medio ambiente por la gente que cree que realmente no importa, porque todos iremos al Cielo cuando todo esto acabe? ¿No es esto una locura? Solamente el ego-mente podría haber creado una distorsión tal de la realidad y después llamarla "El Amor de Dios".

Tienes lo que hace falta, sin la ayuda de Dios, para despertar. Más allá del ego ilusorio, está la sabiduría. Ése es tu verdadero ser. Puedes seguir soñando y evitando la realidad o puedes enfrentarte a ella y empezar a hacerte algunas preguntas. Si tu intención es encontrar la verdad, la encontrarás. Pero si lo único que buscas es un poco de consuelo de esa locura que hoy llamamos nuestras vidas sólo encontrarás más sueños.

Basta con mirar un poco a nuestro alrededor para ver que, verdaderamente, estamos locos. Esto sólo lo pueden cambiar las personas que se interesen profundamente por la vida y la verdad, y que hacen lo que pueden por despertar. Uno a uno, podemos ir despertando y podemos ayudar a otros a despertar. Si no lo hacemos, hay pocas esperanzas para la vida en este maravilloso planeta.


Melvyn Wartella
(Ego, Evolución E Iluminación)

9 nov 2010

¡DEJA DE HACERTE PREGUNTAS!


Hay algo que me despista. Me refiero al control: ¿soy yo quien controla todo esto o no? Desde luego, ésa es la sensación que tengo a veces...

¿Buscas una respuesta? ¿Intentas comprenderlo intelectualmente? De lo que me he dado cuenta es de que no hay respuesta para esa pregunta y cuando nos proponemos encontrarla nos hacemos un lío tremendo. Si hubiera una respuesta a todo eso, ¿no crees que, a estas alturas, ya la habrías encontrado? ¿No será que no hay respuestas verdaderas sino sólo preguntas? ¿No será que todas las preguntas brotan de la sensación de que algo nos falta, de la insatisfacción de la vida actual? ¿Acaso esas preguntas brotan de la sensación de que algo nos falta, de la insatisfacción de la vida actual? ¡Acaso esas preguntas son simplemente un síntoma de ese anhelo de evadirnos de esta vida, una expresión de esa separación? ¿No será que la búsqueda de respuestas es lo que en realidad alimenta esa separación?

Lo que sucede es que yo ya me he hecho todas esas preguntas. Todas las preguntas posibles formuladas por ése de allí ya se han planteado en quien ahora habla. Me he hecho todas las preguntas habidas y por haber, y la mente acabó agotándose con su interminable búsqueda de respuestas. ¡Pero lo más cósmicamente cómico es que nunca he encontrado ninguna respuesta! Lo único que había era una retahíla interminable de preguntas y el desahogo se produjo a medida que éstas se fueron acallando -y, junto con ellas, la suposición de que había respuestas que encontrar-. ¡Ese alivio no es el resultado de un juego de preguntas y respuestas! Ese juego de preguntas y respuestas es la forma que tiene la mente de mantenerse activa, y se mantendrá activa hasta que deje de estar activa. Pero lo bueno es que todo eso no tiene nada que ver contigo.

Esa inmensidad, que es tu verdadera naturaleza, es la que permite que se desarrolle todo este juego tal y como le corresponde. La inmensidad está abierta a todo, hasta al juego de preguntas y respuestas.


La verdad es que la única respuesta a todas tus preguntas es ésta: ¡DEJA DE HACERTE PREGUNTAS! (Pero, claro, la mente es incapaz de acatar esta orden. De ser capaz, la búsqueda se acabaría ahora mismo.)

En cuanto a lo del control, vuelve a lo que existe ahora: la respiración, las sensaciones del cuerpo, los pensamientos que surgen, los ruidos de la habitación. ¿Realmente tiene alguna importancia quién controla todo esto? Puedes enloquecer dándole vueltas al tema y te aseguro que yo enloquecí. Me pasé años amargándome la vida haciendo justamente eso. Todos lo hacemos.

Sin embargo, fíjate: todo sucede. No importa lo que hagas -o lo que no hagas-, todo sucede justamente ahora, espontáneamente. El corazón late, la respiración se mantiene, las sensaciones del cuerpo se suceden, los ruidos de la habitación también se suceden y no hay nadie que provoque todo esto.

Los sonidos se producen pero de hecho ni te enteras. Eso es sólo un pensamiento: "Estoy oyendo los sonidos". ¿Eres capaz de identificar a esa persona aislada que está oyendo? ¿Acaso sólo existen los sonidos?, ¿son simples manifestaciones espontáneas de "vida"?

En realidad, no hay más que Claridad, más que este perfecto surgir de todo. Entonces surge la pregunta: "¿Quién controla todo esto?". Y ahí empieza el problema, cuando aparece la búsqueda, porque tiene que desaparecer esa búsqueda de preguntas para que puedan aparecer el alivio y la calma, un alivio y una calma que llevan ahí desde siempre pero que se han mantenido ocultos por nuestra incesante búsqueda de respuestas. No cabe duda de que la búsqueda es agotadora y frustrante, pero aún así la mente es incapaz de parar... hasta que para. Y todo esto está sucediendo exactamente tal y como tiene que suceder. La mente se está agotando a sí misma. ¡Pues que se agote!

No necesitas ninguna teoría sobre cómo organizar tu vida, sobre si las cosas suceden con o sin creencias, con o sin control. Todo eso son cuentos, pensamientos, historias. Sencillamente, regresa a lo que existe, a lo que está sucediendo justo en este instante. No necesitas nada más. No necesitas ninguna otra práctica espiritual. Este momento es lo único que existe. Este momento es la respuesta. Cualquier pregunta implica que necesitas un futuro para poder encontrar una respuesta. ¡La búsqueda de respuestas conlleva la existencia de unas respuestas que hay que encontrar mediante la búsqueda! ¡Qué maravillosa es la forma que tiene todo esto de crear su propia escenografía y representación! ¡Qué capacidad de convicción tiene este concepto del objetivo futuro! Sin embargo, ese futuro nunca llega y lo único que existe es el eterno presente que permite que surjan pensamientos sobre el futuro y que se esfumen en la Claridad absoluta.

Desear la liberación no deja de ser un deseo como cualquier otro, creamos lo que queramos creer.


Jeff Foster
(La Vida Sin Centro)


5 nov 2010

YO NO SOY YO Y MI CIRCUNSTANCIA


Con perdón y respeto al insigne filósofo español, yo soy sólo yo.
Mi circunstancia es sólo circunstancia. Lo que me rodea. Cuando yo soy más yo, mi circunstancia es más circunstancia, más accidental.
Cuando yo soy menos yo, mi circunstancia se constituye más en mi yo. Gobierna a mi yo. Dirige a mi yo. Y yo entonces soy menos yo.
Hay personas que podrían o tendrían que decir: yo no soy yo. Yo soy sólo mi circunstancia.
Porque su yo está dirigido y gobernado, traído y llevado por sus circunstancias.

Yo vivo en unas circunstancias determinadas. Y estas circunstancias van coloreando mi vida, van dándole una apariencia, unas modalidades, un estilo. Creo que éste era el sentido del eminente filósofo.
Pero en la medida que estas formas, estas circunstancias gobiernan, guían, determinan consciente o inconscientemente mi vida, estoy dejando de ser yo.
Cuando son las circunstancias las que configuran mi personalidad yo estoy abdicando de mi yo. Entonces yo no soy director. Se están cambiando los papeles.
Es como el director de orquesta que sigue los movimientos que la orquesta toca y le obliga a mover sus manos en lugar de ser el director el que haga con sus manos que la orquesta acelere o ralentice sus movimientos según su decisión de director.

Yo soy yo.
Las circunstancias deben ser siempre circunstancias. No permitiré que se conviertan en director de mi vida.
Yo conscientemente asumiré las circunstancias de cada momento que por su propia esencia son circunstanciales para mí.
Yo no soy circunstancia.
Soy esencia directora y libre.
Mis circunstancias forman parte de mi yo, en tanto en cuanto dejo de ser yo.
Ser yo significa ser capaz de dirigir consciente y libremente mis propias decisiones a pesar de las circunstancias. No es fácil encontrar personas así.
Pero las hay.
Las cosas como las personas cuanto más valiosas, finas y exquisitas, son más escasas.
No se trata de que la persona viva de espaldas a sus circunstancias, sino que no sea condicionada por ellas.
Todo lo humano tiene grados. La libertad también. Pero el objetivo es aumentar el grado de libertad.
El independizarse más y más de las circunstancias esclavizantes hará que nuestra libertad interior sea mayor.
Los que, al ver las dificultades que esta tarea entraña, desesperan de intentarlo, seguirán cada día más esclavizados a todos los condicionamientos del momento.
Mi tarea cada día es ser más yo mismo.
Liberarme más y más de todo aquello que no soy yo. Eso es crecer, madurar en personalidad.
La personalidad será tanto mayor cuanto mayor sea la libertad interior.
Solemos vivir en una maraña de condicionamientos.
Acostumbrarse a vivir sujetos y esclavizados por los condicionamientos, lleva a vivir acostumbrados a estar entre rejas.
Decidirse a romper las rejas es propio de los audaces y valientes. No suelen ser muchos. Pero los hay afortunadamente.
Tu y yo podemos ser de ellos.


Darío Lostado
(La Alegría De Ser Tú Mismo)

2 nov 2010

ESFUERZO Y AUTOSUPERACIÓN


Esta pregunta acerca de la volición individual y el esfuerzo personal es extremadamente sutil y difícil de comprender. Y, sin embargo, es absolutamente necesario no sólo comprenderla intelectualmente, sino absorberla dentro de lo más profundo de nuestro ser. La dificultad surge porque la mayoría de los Maestros parecen haber enseñado la predestinación en teoría, ¡pero el libre albedrío en la práctica! Jesucristo afirmó que sin la voluntad de Dios ni siguiera un gorrión puede caer, y que los mismos pelos en nuestra cabeza están contados. Y el Corán afirma muy definitivamente que todo el conocimiento y el poder están con Dios, y que Él lleva por el buen camino a quien Él desea y que lleva por el mal camino a quien Él desea. Y, sin embargo, tanto Cristo como el Corán exhortan a los hombres a dar lo mejor de sí, y ambos condenan el pecado. La aparente contradicción se resolvería fácilmente si uno guardara en mente el concepto de la evolución espiritual mencionado anteriormente. La absoluta irrealidad del ser humano individual -y de su así llamado esfuerzo- la comprenderá rápidamente aquel que está al borde mismo de la iluminación, mientras que alguien que se encuentra mucho más abajo en la escala aceptará con más facilidad el concepto de esfuerzo, determinación y concentración... El tipo de ser humano que confía en su esfuerzo personal en cierta fase puede, en una fase posterior, llegar a darse cuenta de que cualquier esfuerzo que se haga es verdaderamente el esfuerzo de la totalidad del funcionamiento de lo manifestado y no es esfuerzo de un hacedor individual ilusorio.




Mientras una persona considere el esfuerzo como su esfuerzo personal con el propósito de lograr algo, estará rechazando la "todopoderosidad" del Todopoderoso. Mientras que una persona desee algo del Todopoderoso, estará rechazando el "Hágase Tu voluntad". El verdadero amor a Dios significa el entregarse a Él sin desear nada, ni siquiera la salvación. (FT 216-217)


Ramesh S. Balsekar
(¡A Quién Le Importa!)