Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


29 sept 2009

EL FINAL DE LA BÚSQUEDA






28 sept 2009

EL SILENCIO QUE SOMOS



27 sept 2009


LA MUERTE


Existen muchas ideas falsas acerca de la muerte y aquellos que saben discriminar entre lo permanente y lo transitorio no deberían estar bajo estas falsas impresiones. Tanto la vida como la muerte son conceptos, la una siendo la ausencia de la otra. La muerte es sólo la aparente ausencia de la vida y no es una cosa que exista en sí como tal. La vida misma es simplemente un concepto extendido en el espacio-tiempo y por lo tanto también la muerte. Hay una manifestación fenoménica de viv-ir
y
mor-ir, pero no puede haber una entidad objetiva como vivi-dor de la vida o mor-idor de la muerte. Lo-Que-Somos (la Consciencia) se manifiesta en el espacio-tiempo como una apariencia de viv-ir, y el funcionamiento de todas las apariciones aparentes constituye lo que llamamos "vida", que en sí misma es también un concepto. Esta apariencia de viv-ir desaparece en la apariencia de mor-ir, pero la comprensión de la diferencia básica entre permanencia y transitoriedad debe incluir el hecho de que Lo-Que-Somos no puede ni "vivir" ni "morir". El jñani ignora los conceptos transitorios tanto de vivir como de morir y habita en la presencia nouménica que somos todos. En resumen, ¿qué es lo que puede morir?. Únicamente la "materia. Sólo la materia puede nacer y morir. Ramesh S. Balsekar (Un dueto de uno)

25 sept 2009


El Wu-Wei o No-Actuar, la Inacción. Significado real.

El concepto oriental de Wu-Wei,no-acción, inacción, que en occidente es tan a menudo mal interpretado es crucial para aquellos que estan en el camino. Acerquemonos a su comprensión usando el lenguaje mejor adaptado a los trabajos espirituales : El Sanscrito.
En Sanscrito tenemos las dos palabras :
akarma = inacción
akarmakR^it.h = sin hacer nada
En la inacción no hay esfuerzo, es natural. Al contrario, si pretendemos estar sin hacer nada, hay esfuerzo. Cuando la gente se sienta a meditar estan, en muchas ocasiones, tratando de no hacer nada. Y les resulta muy dificil, lo ven como algo inalcanzable. Y abandonan su practica. Cuando estamos inactivos, por el contrario, no hay esfuerzo ninguno. La inactividad viene tras un proceso de relajación y abandono, no tras un proceso en el que intentamos imponernos a nosotros mismos algo, como la inmovilidad. La inmovilidad perfecta solo puede coexistir con una perfecta relajación, con un perfecto abandono en el tao, en la providencia, en el fluir de las corrientes cósmicas. Se llega pues al Wu Wei, a la inacción, a traves del camino de la relajación y el abandono de sí mismo. No se llega a través del camino de la ciencia, la moral o la religión, o esforzandonos en algo. Simplemente relajación y abandono en el tao.
Esto no significa inactividad. Si el tao requiere de nosotros una actividad cualquiera, por supuesto la realizamos. Y en acción, respetamos la no-acción.
La flor, durante la floración está en Wu Wei, no hace nada, simplemente es una flor, y florece.
Si la flor tuviera una mente similar a la humana comenzaría a preocuparse y preguntarse: ¿De qué color serán mis nuevas hojas?. ¿Podría acelerar mi proceso con un poco de fertilizante?. ¿Dónde venden el fertilizante?.
¿Cuánto cuesta?. ¿Qué dosis debería emplear?.¿Seré mayor que la flor de al lado?Este árbol de ahí no me gusta, ¿cómo podría hacerlo desaparecer?. Etc, etc, etc.
Y empezaría a intentar estirarse para engrandecer sus pétalos, y quizás aprendería tai chi para favorecer su proceso de crecimiento.
El humano crea muchas más entidades mentales que una flor. Y, dirige su actuación de acuerdo con estas entidades mentales, en muchas ocasiones en una dirección diferente a la del fluir del tao en ese momento.
Esto genera karma. Es el pecado en la tradición judeo-cristiana. Si uno no actua de acuerdo con el fluir del tao, está pecando. Y si uno trata de permanecer inmóvil durante 40 minutos y el tao le requiere para danzar de alegría, está pecando.
Por el contrario, cada vez que actuamos según el fluir del tao, eliminamos karma. Lo borramos.
Hay que dejarse poseer por el tao y actuar según sus requerimientos.
Hemos de ser como la flauta que ofrece su forma al viento para crear la melodía de la existencia.
Jorge Luis Altimiras Escuder de la existencia.
PALABRAS SURGIDAS DEL SILENCIO

Si no te identificas, los pensamientos no pueden perturbarte.

Siendo Nadie eres la Verdad misma.

En el teatro de la existencia desempeñas todos los roles: madre, hija, padre, hijo... pero, has olvidado algo... ¿quién es el actor? Mooji.

22 sept 2009

EL MENSAJE DE LA NO DUALIDAD

EXTRACTO DEL LIBRO DE JEFF FOSTER "MÁS ALLÁ DEL DESPERTAR. EL FINAL DE LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL".

El mensaje de la no dualidad es muy sencillo: no existe nada separado. En esta aparente separación se asienta todo lo que el individuo hace. De hecho, el individuo no es más que esa separación aparente. Ella es la que impulsa la búsqueda espiritual, la búsqueda de la disolución del ego y toda búsqueda mundana.

Éste es un mensaje que la mente que busca (es decir, "tú", el individuo) jamás podrá entender, porque implica su disolución es decir, su muerte.

Pero por más que este mensaje sea la muerte, también es la vida. La vida siempre se despliega aquí y ahora, pero la mente, que no es sino una negación de la vida, no puede aceptarlo. Y como la mente no puede apresar la totalidad, crea un pequeño reducto de conocimientos, valores y significados. Pero por más bien que esté, el intelecto jamás podrá entender la inmensidad de la vida, porque la vida -es decir, esto- es previa al intelecto y emerge de esa totalidad.

Todos los problemas del individuo que se despliegan en este instante son meros pensamientos, y puesto que los pensamientos siempre aparecen en el despliegue de la vida, el pensamiento ya es impersonal y ya está liberado, porque la conciencia trasciende intrínsecamente todo lo que aparece en ella.

Pero todo esto es demasiado rebuscado, demasiado intelectual. La realidad es muy sencilla, muy evidente y muy presente. Los pensamientos que ahora emergen no son "mis" pensamientos, sólo son pensamientos; no son "mis" problemas, sólo son problemas, y ésta no es "mi" vida, sólo es la vida.

La vida se despliega y yo estoy simultáneamente inmerso y ausente de ella. Y ésta no es una contradicción, porque estar completamente inmerso es también estar completamente ausente

Completamente inmerso y completamente ausente, pero fuera todavía se escucha el ruido del tráfico, el clic del termostato conectándose y desconectándose de vez en cuando, el sonido de la respiración y el golpeteo de la lluvia en la ventana. Todavía hay cansancio corporal y sensaciones en este instante, en éste y también en éste...

Y así, por más ausente que esté, la vida nunca deja de desplegarse.

Aunque yo no esté en ninguna parte, la vida jamás se detiene, ni ahora ni nunca.

Jeff Foster (Más allá del despertar)