Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


10 feb 2011

VIVIR SIN VOLICIÓN



El "vivir sin volición" ha sido malinterpretado hasta un grado asombroso. Generalmente se ha interpretado que significa vivir la vida de un idiota, pero realmente esta interpretación no podría estar más alejada de la realidad. El sabio pone en claro que el iluminado vive de manera natural y espontánea y que sus acciones no son motivadas por el interés personal. Por esta razón, tales acciones no son las de un loco0. Es más, el sabio va más allá y dice: "Habiendo escuchado la Verdad, la persona estúpida se confunde aun más, mientras que una persona extremadamente inteligente se retrae dentro de sí misma a tal grado que a los otros les parece que es estúpida". Aparenta ser estúpido frente a otros porque vive sin volición. Actúa sin ningún motivo o fin específico. Viviendo sin volición, aceptando la vida tal cual se la presenta, generalmente se le ve sereno y tranquilo, lo cual para la persona ordinaria significa ser estúpido. A los ojos de la persona común el sabio parece ser estúpido porque parece ser (y es) indiferente tanto a las alabanzas como a la crítica.




El vivir sin volición no significa no tomar medicinas cuando uno está enfermo, ni significa deliberadamente evitar tomar acciones evasivas para evitar un peligro inminente. El no hacer algo deliberadamente o el denunciar a algo deliberadamente son básicamente acciones (Acciones negativas) de la volición. Eso no es distinto de la acción "positiva" [directa] de hacer algo. El sentido de la vida sin volición es el vivir sin un sentido personal que sucede a través de todos los organismos cuerpo-mente, incluyendo el "tuyo" propio, sin comparar y sin juzgar. El vivir sin volición no significa ni el sentarse deliberadamente a meditar (con un objetivo y un motivo consciente o inconsciente), ni el evitar deliberadamente la meditación (debido a una comprensión inadecuada). Ambas son acciones de la volición. Cuando la mente está callada y entra en meditación, cualquier intento de resistirse es un acto de volición, un acto de violencia, Si la meditación ocurre, dale la bienvenida, disfrútala. Si la meditación no ocurre, no sientas ansias de ella. Ésta es la actitud del sabio después de que ha ocurrido la apercepción.


Ramesh S. Balsekar
(Un Dueto De Uno)


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