TS: Te he oído decir que no crees que el despertar (definido como un cambio fundamental de identidad, que se aparta de la personalidad y se sumerge en la propia conciencia) sea realmente tan raro. Y que, de hecho, creer que el despertar es raro implica en sí mismo un obstáculo frente al despertar. ¿No crees que el despertar es poco frecuente?
Adya: No.
TS: ¿Por qué crees que esta idea supone un obstáculo?
Adya: Porque casi todos tenemos la sensación de que no somos los elegidos. En el fondo, la mayoría nos sentimos bastante ordinarios. Si, de forma consciente o inconsciente, crees que el despertar es sólo para personas muy extraordinarias, eso contradice por completo nuestra sensación interna. Esta idea es, posiblemente, el impedimento más poderoso para poder despertar. Nuestros ejemplos de despertares así lo ilustran. En las imágenes que tenemos de los seres despiertos éstos aparecen escondidos detrás de halos, con el pelo largo y batas flotantes, y si se dedican a algo en la vida, siempre es a enseñar, siempre tienen discípulos, siempre cuentan con gente a sus pies. Éstas con las imágenes que tenemos ahí fuera y, sin embargo, no es así. A nuestra mente le cuesta mucho creer que la iluminación pueda surgir bajo el aspecto de tu abuela o de tu tendera. El ser iluminado no tiene que parecer nada extraordinario. En todo caso, lleva implícito el hecho de volverse ordinario. Tiene que ver con lo que somos realmente.
TS: Entre otras cosas, creo que la gente piensa que el despertar es poco frecuente porque lleva veinte o treinta años practicando y no ha llegado a los grandes descubrimientos que tú describes, así que tienen cierto malhumor o cinismo al respecto y eso se une a la idea de que la iluminación debe de ser sólo para unos pocos. Si no, la gente creería que tienen algo que no les funciona bien, o que se han equivocado, de un modo o de otro.
Adya: Sí, tu mente podría ir hacia ahí.
TS: O tal vez crean que el camino que están siguiendo no funciona.
Adya: ¿Vaya!, ésa es una idea mucho más peligrosa. Evidentemente, creo que eso es lo que contribuyó a mi propio despertar. Y no le eché la culpa al camino, sino a mi relación con el camino. Por eso pretendo que la gente se libere de su camino, que se relaje, que lo cuestione, que se abra un poco. No tengas miedo a preguntar. Obsérvate y mira lo que no haya funcionado. Y ten el coraje de cambiar, de seguir adelante cuando algo no funcione. Observa con ojos inocentes, con ojos muy abiertos. Esa inocencia siempre está ahí. Es una especie de milagro.
Adyashanti
(Meditación Auténtica)
Muy bueno Guillén...
ResponderEliminarMuchas gracias por estos mangíficos textos..., siempre que quiero leer algo bueno, no tengo más que venir a tu blog y dar un repaso...
Un abrazo...
Muchas gracias amigo Confuso por tus amabilísimas palabras para con este espacio, pues ésto es lo que, humildemente, se pretende.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Guillem.
Guillem
ResponderEliminarComo siempre, has elegido un texto impecable que nos lleva a reflexionar...incluso a ir más allá.
Gracias como siempre.
Un abrazo.
Todos somos dignos, porque todos somos ELLO.
ResponderEliminarGracias Guillem!.