Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


15 feb 2011

REVELAR LA VERDAD


Ashtavakra hace todo lo posible para poner en palabras lo que realmente no se puede poner en palabras. Y hace esto por una sola razón: la esperanza de que quizá una palabra específica o una frase específica que pueda revelar la Verdad y eliminar la confusión que ha aparecido y que recubre la naturaleza real del discípulo. Afirma repetidamente que todo lo que hay es la Consciencia y que por lo tanto el discípulo, al igual que el gurú, no puede ser otra cosa que la Consciencia; aun más, todos los objetos fenoménicos, incluyendo el gurú y el discípulo, son únicamente el Noúmeno subjetivo en su expresión objetiva como manifestación.




Pero la comprensión de esa verdad en un nivel intelectual sencillamente no es suficiente porque en la raíz de la comprensión intelectual todavía está el culpable, ¡el "comprendedor" individual! La costra individual externa tiene que ser hecha añicos antes de que la comprensión intelectual se convierta en percepción intuitiva o apercepción. Y esta costra individual sólo puede ser hecha añicos desidentificándose de la seudo-subjetividad a través de la experiencia subjetiva de la ausencia total de una entidad individual separada.



Ramesh S. Balsekar
(Un Dueto de Uno)




No hay comentarios:

Publicar un comentario