Muchas personas me dicen que están cansadas de este mundo y que quieren encontrar una salida. Ésta parece ser una situación muy común, y puede tomar forma en una búsqueda del Cielo y en el seguimiento de unos ideales religiosos o espirituales. Es decir, si sigues ciertos mandamientos, aceptas a cierto dios y confías plenamente en ciertas creencias, entonces cuando mueras te salvarás e irás al Cielo. De esta manera, el sueño continúa. En la mayoría de la gente el escapismo parece ser la regla de vida.
Son muchos los problemas que provoca este tipo de pensamiento. Si la persona llegara a comprender cuál es la causa original de los problemas que la aquejan y que afectan profundamente a su relación con la vida, dejaría de buscar un escape. Vería que no hay escape posible para este ego que intenta encontrar algo más allá del infierno que hemos creado en este precioso planeta. Los problemas a los que nos enfrentamos son creados por el hombre. Después, la misma mente que creó los problemas quiere una salida. Si eso fuera posible y hubiera un Cielo al que ir, también allí crearíamos un infierno, pues nosotros somos el problema. Únicamente a través del despertar seremos capaces de enfrentarnos al infierno que hemos creado.
Si crees que la reencarnación te salvará, piénsalo bien. Ni siquiera sabes a ciencia cierta si existe eso que llamamos reencarnación. También podría ser un sueño. Pero supongamos que es verdad. En ese caso, tendrías que poder saber quién fuiste en vidas anteriores. ¿Lo sabes? Si no es así, ¿de qué te sirve la reencarnación? Si cada vez que renaces descubres que ignoras tu propia historia, da igual que la tengas o no. Y no estoy diciendo que no exista la reencarnación. Esa no es la cuestión. La cuestión es: ¿de qué te sirve?
Además, si has llegado a entender la identidad del ego, sabrás que es un sueño creado por la evolución del pensamiento. Sabiendo esto, es evidente que lo único que pasa de una vida a otra es un sueño. Basamos en un sueño una parte demasiado grande de nuestras vidas. Ahora el sueño se quiere marchar. Pero ¿adónde podría ir un sueño? ¡Despierta! Contempla la vida tal como es. Cuando lo hagas, verás que estamos en el Paraíso más maravilloso que podría existir. El mundo natural es un sitio perfecto para vivir y nosotros somos eso. Sin embargo, en nuestra ignorancia le hemos hecho un gran daño y, si continuamos así, podríamos acabar destruyéndolo.
Deja de tratar de hallar una salida. Deja de buscar a alguien que te salve. Deja de creer en cualquier sistema de creencias que te lleve fuera de este momento y de este maravilloso planeta. Acaba totalmente con las creencias. Oigo a la gente decir: "Necesitamos creer en algo". ¿Por qué? ¿Qué han hecho las creencias por el mundo? Precisamente son las creencias enfrentadas unas a otras las que han provocado todas las guerras. No necesitamos creencias para vivir una vida sensata. Es la creencia de que existe otro lugar a donde ir la que nos hace sentir que podemos escapar, y aquello que eres realmente no va a querer escapar.
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Uno de los principales problemas de intentar escapar es que disminuye nuestra capacidad para cambiar la dirección que hemos tomado, una dirección en la que -de seguir así- terminaremos destruyendo nuestro planeta y a nosotros mismos. En una ocasión oí a unos jóvenes cristianos hablar de los problemas ambientales que tenemos. Uno de ellos dijo: "En realidad no tenemos que hacer nada al respecto, porque cuando Jesús vuelva lo arreglará todo". Y todos estuvieron de acuerdo. ¡Qué disparate! Pueden esperar hasta que la luna se convierta en queso y no verán el regreso de Jesús. Tenemos que dejar de buscar a alguien que nos salve de nosotros mismos. Estamos aquí, tenemos problemas muy serios a los que enfrentarnos y, si no lo hacemos, pronto ya no tendremos un lugar donde vivir.
En la actualidad hay demasiados supuestos maestros espirituales que están llevando a sis discípulos por el mal camino diciéndoles que todo está perfectamente tal como está. ¡Despierta! Esas creencias son tan absurdas como cualquier otra creencia religiosa. Ellos intentan mostrar a sus alumnos un camino en el que se sientan en paz. Pero ese camino no es más que una evasión. Los discípulos se tragan este mensaje de que todo ya está perfectamente, se sienten más a gusto y hasta se ponen eufóricos. Luego empiezan a caminar dormidos, creyendo que están iluminados.
En mi propia experiencia, he visto que más allá de este mundo hay un estado del ser que está completamente libre de cualquier manifestación. Pero esa percepción no cambia las cosas aquí. No hace que la vida sea mejor para los humanos y para todas las demás criaturas que tienen la suerte de vivir en este maravilloso planeta. Además, en dicho estado no hay ni "yo" ni "tú", de modo que "tú" no puedes escapar hacia él.
Deja de intentar encontrar una salida. Mejor averigua qué eres y libérate de este sueño. Y cuando seas libre, pregúntate entonces si quieres escapar. No querrás hacerlo, porque no habrá nadie para desearlo. La vida es maravillosa en todas sus expresiones. Y nosotros somos esa Vida. No necesitas convertirte en nada, ni ir a ninguna parte. Simplemente, despierta a lo que siempre ha sido y siempre será.
Melvyn Wartella
(Ego, Evolución E Iluminación)
Si despertáramos a lo que siempre ha sido y siempre será, si quitáramos los velos de ignorancia que cubren nuestro verdadero Ser:
ResponderEliminarNo habría guerras de "creencias falsas" en el mundo; no habría apego al poder y dinero (cáncer de esta sociedad); no haríamos comparaciones del tipo "yo soy mejor o peor que aquel", "yo tengo más o menos que aquel otro". Este maravilloso planeta, como bien dices, giraría más ligero, más libre... Cuidaríamos más la naturaleza y la vida en todas sus expresiones... porque como dice Melvyn: Somos esa vida...
Gracias Guillem!. Un abrazo cósmico!.
Impresionante Wartella,
ResponderEliminarmuchas gracias Guillén...
Un abrazo...