Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


21 oct 2010

YO SOY BRAHMAN





El Sabio ha comprendido que hay un cuerpo pero que no es su cuerpo, como tampoco él es el cuerpo; hay pensamientos, pero no son sus pensamientos y él tampoco es los pensamientos; hay deseos, pero no son sus deseos y él tampoco es los deseos; hay emociones, pero no son sus emociones y él tampoco es las emociones.
El sabio ha apercibido más allá de toda duda posible que lo que existe, después de que todos los pensamientos, deseos, sentimientos y emociones han sido sencillamente presenciados y atestiguados, es un centro puro de consciencia que no tiene mancha alguna de personalidad. De hecho, la comprensión fundamental es que no existe nada que no sea la Consciencia y que, por lo tanto, no existe la posibilidad de que nadie, ningún yo (o ninguna cosa) se identifique con nada o se desidentifique de ninguna otra cosa. Como dice Ashtavakra: "Aquel que percibe el Brahman como algo separado de sí mismo quizá deba meditar sobre el principio "yo soy Brahman", pero aquel que ha trascendido toda conceptualización y que por lo tanto lo ve todo como no distinto de sí mismo, no tiene nada acerca de qué meditar".



Ramesh S. Balsekar
(Un Dueto De Uno)


2 comentarios:

  1. Muy inspirador Guillen!!!
    Muchas gracias por acercarnos las reflexiones de tantos buenos maestros...
    Un fuerte abrazo...

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  2. gracias a no se quien porque no existe nadie.

    jjajajjajajjajja

    gracias a esto, sea lo que sea, haga lo que haga, experimenta lo que experimenta.....cada palabra ´me ´llena con una lagrima. Y quiero darle gracias a este mundo, el origen del todo, pero no se como hacerlo, hasta que ´me´canso y empiezo a caer en un sueño profundo verdadero.

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