Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


22 nov 2009

MANIFESTACIÓN


LA CONSCIENCIA ES TODO LO QUE HAY.




La Consciencia es todo lo que hay. Ésa es la Fuente de la cual ha surgido toda la manifestación. El funcionamiento de la manifestación es la vida tal como la conocemos, y dentro del funcionamiento de la manifestación nada sucede porque sea la voluntad del individuo. Nada puede suceder, a menos que sea la voluntad de Dios, y con Dios me refiero a la Fuente.

Así que, para comenzar, todo lo que hay es la Fuente. Llámalo Consciencia, llámalo el "Yo" [con mayúscula], como decía Ramana Maharshi, llámalo como quieras, pero entiende que a lo que se hace referencia es a la Fuente Una: el Uno-sin-segundo. Todo lo que hay es la Fuente de la cual ha surgido esta manifestación, que es la totalidad de loa objetos. El ser humano es una especie de objeto con el dudoso don adicional del sentido personal de ser el hacedor, que es el ego. Repito, el ser humano no es más que un objeto, una especie de objeto junto con todos los demás objetos que conforman la totalidad de los objetos dentro de la manifestación.

En el funcionamiento de la manifestación hallamos el segundo concepto básico: nadie, ninguna "persona" hace nada. Nada sucede, a menos que sea la voluntad de la Fuente, la voluntad de Dios. Esto significa que el ego es una ilusión. El sentido de autoría personal, el sentido personal de ser el hacedor, es una ilusión. Ésta es la comprensión última.

La comprensión última es que el ego no existe como algo bien diferenciado de la Fuente y que se vuelve uno con Ésta. Mientras digas "yo soy Eso", el "yo" personal es algo separado de la Fuente, y lo que estoy diciendo es que no existe un "yo" personal. El ego no se vuelve uno con la Fuente. El ego desaparece dentro de la Fuente cuando hay una aceptación total e incondicional de que nunca hubo un ego.

RAMESH S. BALSEKAR (¡A quién le importa!)




5 comentarios:

  1. Bon dia Guillem.

    Magnifico Blasekar, poco se puede añadir, solo reseñar con tu permiso dos conceptos cruciales mencionados por él:

    Nada puede suceder, a menos que sea la voluntad de Dios, y con Dios me refiero a la Fuente. Y ninguna "persona" hace nada.

    Quien conoce estas verdades conoce al SER.

    Namasté.

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  2. Hola Guillem! Que magnífico párrafo has escogido, en estas pocas líneas esta todo lo que necesitamos saber!
    Gracias!

    Namasté

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  3. Hola Guillem,
    hace ya tiempo que quería dejarte un mensaje en tu blog que conocí a través de, precisamente, los dos amigos que han comentado anteriormente: sankaradas y Zanara.
    Es claro que todos seguimos el mismo enfoque porque nos impulsa la misma fuerza-gracia. Ánimo con el blog, entre todos nos vamos enseñando y complementando.
    El extracto que has elegido de "¡A quién le importa!" puede ser un buen resumen de la enseñanza de Ramesh. Me gusta particularmente esa frase de: "el ser humano es una especie de objeto con el dudoso don adicional del sentido personal de ser el hacedor, que es el ego". Es una buena manera de ponernos en nuestro lugar en cuanto a egos.
    Hasta pronto. Un abrazo!

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