Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


26 nov 2009

ILUMINACIÓN


La iluminación no es un objeto que un individuo pueda alcanzar por sí mismo.

"Esfuérzate en alcanzar el Vacío,
agárrate fuerte a la Quietud,
y podrás actuar sobre las diez mil cosas.
Yo he visto adonde van.
Mira, todas las cosas como quiera que prosperen
acaban regresando a la raíz de la que provienen.
A este retorno a la Raíz se la llama Quietud;
a la Quietud se la llama rendición al Destino;
lo que se ha rendido al Destino se vuelve parte del siempre-así;
conocer el siempre-así es estar iluminado;
no conocerlo significa dirigirse ciegamente hacia el desastre".

LAO TSE

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