Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


8 oct 2011

UNIDAD


El reconocimiento de la unidad de La Vida es el fundamento del amor humano.

Cada persona es vida consciente reflexiva, aunque frecuentemente viva irreflexiva e inconscientemente.

Photo by Guillem


Si somos conscientes de nuestra vida, nos daremos cuenta de que todos los humanos somos hermanos en la conciencia reflexiva, pero somos también hermanos en La Vida de todos los seres vivos del Planeta y del Universo.

Nuestro mundo parece un campo de batalla donde cada uno es rival de su vecino y prójimo. Todo ello es por inconsciencia, por desconocer que únicamente vivir El Amor que somos, nos hará felices.


Darío Lostado
(Mensajes de amor)


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