Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


27 ago 2011

LA CESACIÓN DE LAS PREGUNTAS


* Cuando se llega a comprender esto, parece ridículo seguir planteando preguntas. Como dijiste, todo lo que hay es Conciencia; Conciencia es todo lo que hay. Y parece que planteando todas estas preguntas lo único que hago es entretener la mente.

Cuando la Comprensión es total, deja de haber preguntas. No es que el sabio tenga todas las respuestas; simplemente, el sabio deja de tener preguntas.

* ¿Cómo es que mi temperatura corporal sube tanto cuando me siento aquí y te escucho hablar?

¿Importa?

* Supongo que no. Simplemente ocurre; uno puede mirarlo así y aceptarlo como parte de Lo Que Es, de igual modo que todo lo demás puede ser aceptado como parte de Lo Que Es.

Incluyendo la pregunta "¿por qué?", que también forma parte de Lo Que Es.

* Entonces, ¿nada tiene un porqué?

¡Hay miles de porqués para todas las cosas! ¡Ése es el problema! ¡Elige! (Risas) En cuanto obtienes la respuesta a una pregunta, se generan nuevas preguntas; lo que me recuerda una historia...
Hace años había una isla rodeada por un arrecife, y éste estaba siendo atacado y comido lentamente por las estrellas de mar. De modo que los isleños (que dependían totalmente del arrecife para alimentarse) se reunieron y salieron a resolver el problema. Se sumergieron, arrancaron las estrellas de mar y las echaron dentro de sus barcas. En las barcas había un hombre con un machete que cortaba las estrellas de mar en dos y luego tiraba los trozos por la borda. (Risas) La gente que se ríe sabe que las estrellas de mar se regeneran. Cada una de las mitades de la estrella de mar crecía hasta convertirse en una estrella de mar completa. Pronto hubo el doble de estrellas de mar. Las preguntas también son así. Y aveces hago el ridículo papel de hombre del machete.




* Creo que ésa es la belleza de vivir el momento. Las preguntas ni siquiera surgen.

Eso es. Ahora bien, armados con esta información, la reacción lógica y habitual sería: "De acuerdo, me quedará callado. No quiero parecer un "ignorante". Cuanto más pregunte, más se verá que no entiendo nada. Por lo tanto, simplemente dejaré de plantear preguntas". Entonces vas caminando por ahí, con una insípida sonrisa Nueva Era en la cara y diciendo: "Ya no me quedan preguntas". (Risas) Pero en el momento en que las preguntas se detienen -algo sobre lo que no tienes el menor control- viene la paz. Si las preguntas surgen y te limitas a taparlas, en lugar de plantearlas, eso no te llevará a ninguna parte.

* A mí me surgen las preguntas mientras estoy viniendo hacia aquí, o el día anterior, pero parecen responderse sin necesidad de que te las plantees.

Te lo agradezco; eso me ahorra mucho trabajo. (Risas)

* De hecho, a veces las respuestas son tan evidentes que me digo: "¿Por qué surge esa pregunta?". Pero después pienso que por qué preguntarse el porqué; simplemente es algo que surge.

Quizá otra persona necesite escuchar la respuesta a esa pregunta, y no tenga el coraje de preguntar.

* Ésa es una buena consideración, sí.

Todo lo que ocurre no podría haber ocurrido de ninguna otra manera, y puede ser explicado de muchas maneras. O, como dice Ram Tzu: "Nada es inexplicable. Todo es un misterio".


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Wayne Liquorman
(Aceptación De Lo Que Es)


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