Solo los seres humanos son infelices. Algo va mal en lo más profundo.
Os lo digo por experiencia propia: los seres humanos pueden ser felices, más felices que las aves, más felices que los árboles, más felices que las estrellas, porque los seres humanos tenemos algo que no tiene ninguna ave, ningún árbol, ninguna estrella. Tenemos consciencia.
Pero al tener consciencia, existen dos alternativas: llegar a la felicidad o a la infelicidad. Tú eliges. Los árboles son felices porque no pueden ser infelices. Su felicidad no es una cuestión de libertad; tienen que ser felices. No saben ser infelices; no tienen otra posibilidad. Los pájaros que trinan en los árboles no son felices por decisión propia; sencillamente son felices porque no conocen otra cosa. Su felicidad es inconsciente, natural.
Los humanos pueden ser tremendamente felices y tremendamente infelices, y son libres de elegir. Esa libertad es peligrosa, esa libertad es arriesgada, porque tú eres el único responsable. Y algo ha ocurrido con esa libertad, algo ha ido mal. El ser humano parece andar cabeza abajo.
La gente va en busca de la meditación. Necesitáis la meditación únicamente porque no habéis elegido ser felices. La meditación es una medicina; si estás enfermo, necesitas una medicina. En cuanto te decides por la felicidad, en cuanto decides que vas a ser feliz, no te hace falta la meditación. Entonces la meditación empieza a surgir por sí misma.
Si hay tantas religiones es porque hay muchas personas infelices. Una persona feliz no necesita ninguna religión; una persona feliz no necesita templos, ni iglesias, porque para una persona feliz el universo entero es un templo, la existencia entera es una iglesia. La persona feliz no se dedica a la religión porque su vida entera es religiosa. Cuanto se hace con felicidad es una oración: tu trabajo se transforma en culto, tu respiración misma es una maravilla, una gracia.
La felicidad se da cuando encajas en tu vida, cuando encajas tan armoniosamente que hagas lo que hagas te proporciona alegría. Entonces te das cuenta de que la meditación va tras de ti. Si amas el trabajo que haces, si amas tu modo de vida, eres una persona de meditación. Entonces nada te distrae. Cuando las cosas te distraen, eso simplemente demuestra que en realidad no te interesan esas cosas.
El maestro no para de decir a los niños: "¡Prestadme atención! ¡Estad atentos!". Los niños prestan atención, pero su atención se centra en otra cosa. Hay un pájaro cantando a todo cantar junto al edificio del colegio, y el niño está atento al pájaro. No se puede decir que no esté atento, que no sea meditativo, que no esté profundamente concentrado... ¡Claro que sí! Aún más: se ha olvidado por completo del maestro y del problema de aritmética que este escribe en la pizarra. El nió está totalmente ajeno a eso, completamente poseído por el pájaro y su canto. Pero el maestro dice: "¡Presta atención! ¿Qué haces? ¡ No te distraigas!".
En realidad, es el maestro quien está distrayendo al niño. El niño presta atención de una forma natural. Es feliz escuchando el canto del pájaro. El maestro lo distrae, le dice: "No estás prestando atención", y eso es mentira. El niño está prestando atención. Si el pájaro lo atrae más, ¿qué puede hacer? El maestro no lo atraía tanto, la aritmética no tenía tanto encanto.
No se nos pone en la tierra para ser matemáticos. Hay unos cuantos niños a los que no les interesará el pájaro; ya puede aumentar de volumen su canto que ellos seguirán prestando atención a la pizarra. La aritmética es para ellos. Tienen una meditación un estado meditativo natural, cuando se trata de las matemáticas.
Nos han hecho distraernos con preocupaciones nada naturales: el dinero, el prestigio, el poder. Escuchar a los pájaros no te proporcionará dinero. Escuchar a los pájaros no te va a proporcionar prestigio ni poder. Contemplar una mariposa no te va a ayudar ni económica, ni política ni socialmente. Esas cosas no son lucrativas, pero esas cosas te hacen feliz.
Un verdadero ser humano obtiene el valor para seguir delante de las cosas que le hacen feliz.
Osho
(Alegría)
Pero no quedamos en la entrada anterior que no había hacedor, que no existe un individuo independiente y autónomo con capacidad de "Elegir" ?.
ResponderEliminarNo me extraña el lío mental que tiene el personal....
Hola Juan
ResponderEliminarQuizas, mientras sigamos enganchados al ego y a la creencia de que sí tenemos libre albedrío, podemos elegir ser felices. ¿Por qué no?
Un saludo
Quien esta enganchado al Ego ?.
ResponderEliminarQuien es ese doble separado del Ego que se engancha al Ego?.......
No me extraña este tipo de lenguaje sin sentido. Puestos a que se enganche algo, lo único que observo es una cantidad de mensajes de los Maestros de turno, totalmente contradictorios, que como ideas dispersas dan individuos dispersos. Esta de moda hacer confluir todo tipo de filosofía espiritual, que se ha convertido en el ocio preferido del ego_espiritual que se engancha a toda promesa de felicidad futura. Y los blogs nos muestran simbólicamente ese baturrillo de dispersión espiritual, por que sus mismos autores no tienen una línea clara en sus vidas, el caso es ocupar espacio y tiempo......, sin una directriz por la que luchar honestamente que resuene con el corazón.....
Escoge ser feliz Guillem, pero no te engañes, tu eres el ego, y tu eres el que escoge en base a tu programación y condicionamiento, y tu como ego eres el que valoras las cosas, no te desdobles entre un "Tu" y un "Ego", por que es lo mismo.
Todo es adecuado.
ResponderEliminarAntes que nada gracias a Juan por abrir el debate, es bueno que nos remuevan un poco...
ResponderEliminarPodría decir de Juan que critica (a mi parecer con criterio) pero no expone su "directriz por la que luchar honestamente". Osea que no se moja :) pero eso sería un argumento ad hominem (criticar a Juan y no a lo que dice)
El otro concepto (más complejo aún para mi) es el de unidad versus dualidad. Lo habitual es decir que somos una unidad con el TODO, pero en seguida surgen las dualidades por todas partes y Juan hace bien en apuntarlas.
Bueno, ya me he extendido demasiado, os envio a todos un cordial abrazo
Salut!
Para mi, en lo comentado, subyacen dos temas sobre los que no tengo un criterio claro y que admito que son confusos y expresados de forma contradictoria en mucha literatura de este tipo de misticismo.
El primero es el concepto de libre albedrío humano, ¿podemos decidir o somos máquinas deterministas? Lo segundo no nos gusta nada reconocerlo, pero para lo primero hay que inventar un alma o algo supramundano, pues si el cuerpo y mente es regido sólo por las leyes de la física, sería 100% determinista ¿no?
Lo segundo
Ops, el comentario se ha insertado mal, despúes de criticar ad hominem a Joan :) deberíamos pasar al párrafo que empieza por "Para mi..."
ResponderEliminarHola petitcalfred
ResponderEliminarSi te parece, invito a que reescribas tu comentario, para que no hayan confusiones ni lios.
Muchas gracias y saludos.