Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


20 jun 2012

CAMINO DE LA VERDAD



Tras años de búsqueda sin encontrar nada, sale a la luz la futilidad de todo ese proceso. La vida cotidiana es ya de por sí lo que andamos buscando y ahora mismo, en este preciso momento, existe una perfección que la mente, sumida en su búsqueda, no puede percibir. En realidad, cuesta darse cuenta de todo esto cuando uno está metido en un camino espiritual, porque cualquier camino hacia la libertad implica, por el simple hecho de existir, que la libertad es algo que no está aquí, que la liberación no es esto, que no nos basta con este momento actual. Pero la verdad es una tierra desprovista de caminos.


Jeff Foster
(La Vida Sin Centro)



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