Para entender lo que sigue, el lector debe permitirse -ahora y en cada lectura posterior- alcanzar un estado mental adecuado. Se os pide -transitoriamente, por supuesto- que dejéis de lado todas vuestras opiniones filosóficas, religiosas y políticas, y que seáis casi como los niños, que no saben nada. Nada, eso es, excepto que realmente oís, veis, sentís y oléis. Suponed que no estáis yendo a ningún lado salvo aquí, y que nunca hubo, hay ni habrá otro tiempo salvo el presente. Simplemente sed conscientes de lo que en realidad es, sin atribuirle nombres y sin juzgarlo, puesto que estáis palpando la realidad misma y no las opiniones sobre ella. No tiene sentido tratar de suprimir los borbotones de palabras e ideas que transitan por la mayoría de los cerebros adultos, de modo que si no se detienen, dejadlas seguir como quieran y escuchadlas como si fuera el sonido de tráfico o el cloqueo de las gallinas.

Dejad que vuestros oídos oigan lo que quieren oír, dejad que vuestros ojos vean lo que quieran ver; dejad que vuestra mente piense lo que quiera pensar; dejad a vuestros pulmones respirar a su propio ritmo. No esperéis ningún resultado especial, puesto que en este estado desprovisto de palabras e ideas, ¿dónde puede existir pasado o futuro, y dónde alguna noción de propósito? Deteneos, mirad y escuchad... y permaneced aquí un momento antes de proseguir la lectura. Alan Watts (El camino del Tao)


18 abr 2012

SUFISMO: DESPERTAR DEL CORAZÓN


El sufismo es el camino del amor, del sentimiento. Si le hubieran preguntado a Bodhidharma, él hubiera contestado "¿Cuántos son conscientes de ello?". Él hubiera usado la palabra "conscientes" no "sienten". Ningún maestro zen usaría la palabra "sentir"; es la diferencia básica, aparte de esa no hay ninguna otra diferencia.


El sufismo es un despertar del corazón: el despertar de los sentimientos. El Corán dice: "No son los ojos los que están ciegos sino el corazón". Cuando dice "corazón" se refiere a la facultad de percibir lo trascendente, lo amado. A los sufíes se les conoce como aquellos que tienen corazón. Dice al-Hillaj Mansoor: "He visto a mi señor con el ojo del corazón. Le pregunté: "¿Quién eres tú?", y el respondió: "Tú"". El ojo del corazón...


Osho
(Sufíes: La Gente Del Camino)


1 comentario:

  1. Mi lección de hoy de UCDM es "Hoy aprendo a dar tal y como recibo", qué sincronia.

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