EGO
Mientras vivamos encarnados en un cuerpo tendremos un "ego" que regule nuestra vida existencial. Pero el desarrollo de la madurez humana, es decir, el desarrollo y evolución de la conciencia de Sí mismo, de lo que somos en nuestra naturaleza profunda, hace que el ego quede reducido a su lugar, a su propio objetivo que no es otro que el mantenimiento del cuerpo y la personalidad. Solamente eso.
Cuando por el contrario no hay el suficiente desarrollo de la conciencia en una persona, el "ego" asume la dirección total y absoluta de la persona y queda atrapada por los infinitos deseos absurdos sin orden ni medida. La vida entonces se convierte en una carrera alocada de deseos y por ende, de temores sin fin. El "ego" es entonces el dueño de esa vida.
Así puede establecerse esta sucesión de causas y efectos: A mayor inmadurez o lo que es lo mismo a menor desarrollo de la conciencia de sí mismo mayor "ego". A mayor "ego" más deseos y temores. A más deseos y temores, más sufrimiento.
Dario Lostado (Hacia la verdad de ti mismo)
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