Las tradiciones espirituales han sido, desde hace mucho tiempo, fuente de una comprensión errónea de la iluminación. Es posible que el personaje en el que se basa una tradición haya estado despierto pero, con demasiada frecuencia, sus enseñanzas han sido distorsionadas por quienes intentaban obtener autoridad espiritual y poder personal.
Un caso ilustrativo: no hace mucho tiempo, dos amigos vinieron a visitarme y cenamos juntos. Mientras charlábamos durante la cena , uno de ellos dijo que iba a ir a un retiro en un monasterio budista tibetano que no está muy lejos de aquí. Dijo que este linaje de budistas construía stupas, que son una especie de santuarios dedicados a la sabiduría, etc. Yo ya había oído hablar de esto e incluso me habían enviado una carta pidiéndome una donación para la construcción de una stupa, a lo que me negué. Mi nuevo amigo señaló que es mejor que estas stupas contengan un poco de pelo, uñas o un diente de una persona iluminada, pues se supone que así tienen más poder.
Todo esto está muy bien si vives en Disneylandia, pero si eres algo perceptivo y tienes una mínima comprensión de lo que significa estar iluminado, lo verás como una mera tontería. Dudo seriamente de que el Buda apoyara este tipo de ideas. Si lo hizo, no estaba realmente despierto.
Se ha dicho que no hay ninguna diferencia entre los que están despiertos y los que continúan soñando. Incluso el Buda dijo, si mal no recuerdo, que "de la pura iluminación no obtuve nada, excepto una sutil sensación de alegría y una cierta comprensión tácita". Esta afirmación, por sí sola, me convence de que, ciertamente, estaba despierto. Es difícil entender cómo se da el salto desde este punto hasta el poder de un símbolo, en este caso una stupa. Son los budas lunares los que crean este tipo de distorsiones. Ningún Buda real promovería tales ideas.
Creencias como ésta y un millón más constituyen una de las razones por las que uno necesita dejar atrás la religión, si realmente desea comprender lo que es real.
Una uña o un diente "despiertos" no son más que una uña y un diente. No contienen ningún poder especial, no van a salvar al mundo de la locura, ni van a liberar a nadie. La creencia en este tipo de cosas sólo conseguirá mantenerte atado a la ilusión del ego.
Sin embargo, si insistes en coleccionar estos disparates, tengo algunas uñas de los pies y de las manos que me sobran y algunos mechones de pelo que estaré encantado de venderte. Me vendría bien unos ingresos adicionales, y el pelo y las uñas me crecen rápido. Sería un buen regalo para una persona que lo tiene todo.
Melvyn Wartella
(Ego, Evolución E Iluminación)
Genial, genial, genial, amigo Guillen!!!
ResponderEliminarMe ha encantado este artículo...
Muchas gracias por acercarme a este gran maestro que cada día me gusta más...
Un fuerte abrazo...
Amigo Confuso.
ResponderEliminarSiempre es un placer leer tus comentarios.
Un fuerte abrazo.
Muy buena entrada. Si hay algo que nunca he entendido ha sido el tema de las "reliquias". Veneración a imagenes y reliquias ¡Uff!
ResponderEliminarGasshô.
Me gustó. Es un placer leer a Wartella por la claridad que transmite. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Saludos para: Angel y Neytiri.
ResponderEliminarUn placer poder contar con vuestra compañia y vuestros comentarios.
Abrazos.