Todos tenemos un alma, pero como cada uno observa desde lugares y experiencias diferentes, no todos observamos las mismas cosas ni de la misma manera. Las variaciones se deben a las interpretaciones personales. Por ejemplo, si tú y yo observáramos a un mismo perro, tendríamos pensamientos distintos. Yo podría considerarlo un animal feroz y sentir temor. Tú podrías verlo como una compañía amigable. Nuestras mentes interpretan la observación de distinta forma. Si yo veo un perro, corro; si tú lo ves, le silvas y juegas con él.
La interpretación ocurre en el nivel de la mente, pero la que está condicionada por la experiencia es nuestra alma individual; ésta influye en las elecciones e interpretaciones por los recuerdos de experiencias pasadas. Estos pequeñísimos granos o semillas de la memoria se acumulan en el transcurso de la vida y la combinación de recuerdos e imaginación basada en la experiencia recibe el nombre de karma. El karma se acumula en la parte personal del alma, en esa ola que forma la esencia de nuestro ser y la matiza. El alma personal gobierna la conciencia y es el paradigma de la clase de persona en que cada uno se convertirá. Además, nuestros actos pueden influir en el alma personal, y modificar el karma para bien o para mal.
La parte universal y no circunscrita del alma no es afectada por nuestros actos, pero está conectada con un espíritu puro e inmutable. De hecho, la definición de iluminación es el reconocimiento de que soy un ser infinito que ve y es visto, que observa y es observado desde un punto de vista específico y localizado. No importa cuánto hayamos complicado nuestras vidas, siempre es posible recurrir a la parte universal del alma, al campo infinito de potencial puro y modificar el curso de nuestro destino. Eso es el sincrodestino: aprovechar la conexión entre las almas, personal y universal, para moldear nuestras vidas.
Las semillas de la memoria acumuladas por la experiencia, nuestro karma, ayudan a determinar quiénes somos, pero la individualidad de nuestra alma personal está determinada por otros factores. Las relaciones desempeñan un papel importante en la construcción del alma. Permíteme explicarlo detalladamente a través de un análisis de los distintos aspectos de la existencia. Cuando examinamos nuestros cuerpos físicos, nos damos cuenta de que no son más que un conjunto de moléculas recicladas. Las células de nuestro cuerpo se crean, mueren y reemplazan, muchas veces, a lo largo de nuestra vida. En forma constante, estamos rehaciéndonos. Para regenerarse, nuestros cuerpos convierten los alimentos que consumimos en los componentes básicos de la vida. El planeta mismo provee los nutrientes que necesitamos para renovernos y las células que desechamos vuelven a él. Por ello, podemos afirmar que constantemente transformamos nuestros cuerpos físicos, por medio del reciclamiento de la Tierra.
Ahora considera las emociones; éstas sólo son energía reciclada. No surgen de nosotros; vienen y van en función de las situaciones, circunstancias, relaciones y acontecimientos. (...) Las emociones no se generan aisladamente; siempre se producen por alguna interacción con el entorno. Si no hay circunstancias ni relaciones, no hay emociones. Así pues, aunque monte en cólera, de hecho no es mi cólera. Es cólera que se ha asentado en mí por un momento.
Piensa en la última vez que estuviste entre personas que experimentaban una emoción similar, por ejemplo en una turba furiosa, entre los dolientes en un funeral o entre los aficionados en un partido de fútbol. Es casi imposible no dejarse llevar por esa emoción, pues aumenta su potencia cuando la expresan simultáneamente tantas personas. En estas situaciones, no se trata de tu ira, tu tristeza o tu júbilo. Cada emoción depende del contexto, las circunstancias y las relaciones que definen tu realidad en ese momento.
¿Qué hay de los pensamientos? Éstos son información reciclada, Cada pensamiento forma parte de una base de datos colectiva. Hace 100 años hubiera sido imposible decir: «Voy a viajar a Disney Word en Delta Airlines». No existía este concepto en el mundo, por lo que era imposible tener ese pensamiento. No habia Disney World, Delta Airlines ni vuelos comerciales. Hasta los pensamientos más originales son simplemente información reciclada, saltos cuánticos de creatividad que surgen del mismo estrato de información colectiva y reciclada.
Deepak Chopra
(Sincrodestino)
La parte universal y no circunscrita del alma no es afectada por nuestros actos, pero está conectada con un espíritu puro e inmutable.
ResponderEliminarMe quedo con este pensamiento :-)
Gracias!
Abrazo de Luz
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